La Energía Sexual Femenina

Ejercicio unisex…

 ¿Alguna vez has intentado describir la energía sexual femenina? –Tuya o de tu pareja-

¿Qué cualidades tiene? ¿Qué sientes cuando está presente? ¿Qué se mueve en ti, en el otro, en el mundo? ¿Tiene algún propósito? ¿Es meramente sensación física o tiene un componente espiritual? ¿Te enorgullece, te empodera, te impone y/o te transforma?

Después de reflexionar con estas preguntas, ahora evócala, conéctate con ella, explórala…te reto a que hagas una lista de cualidades, descríbela con amor, con detalles, con intención y por qué no, con poesía.

 (Anda…¡hazlo! Y hasta que termines continúa con la lectura)

Ahora revisa lo que acabas de escribir y lee el siguiente texto con sensibilidad y apertura. Déjate tocar con la descripción de esta mujer que ha luchado por liberar, resignificar y honrar su propia energía sexual:

 ¿Cómo es mi MI ENERGÍA SEXUAL FEMENINA?…

 Pues…Es expansiva si alcanza a personas sensibles. Y apabullante si se encuentra a compañeros rotos, porque es imposible mantenerla en un lugar lleno de fugas.

 …Trasciende medios electrónicos, distancia y contacto físico, abre espacios y conecta. ¿Sabes? Siento que el mundo se detiene cuando la dejo en libertad, hay una pausa…descubro que ella es la voz, el eco que reverbera en el silencio.

 …Creo que no llega sola, lo hace acompañada de mi linaje: la femineidad y masculinidad de seres a quienes les debo mi existencia, sumados al gozo de la vida. Y así, trasciende planos, une generaciones, sana y fortalece sistemas completos.

 …Es poderosa, domina el fuego, se transporta en el aire, mientras el agua me inunda y prepara como tierra fértil.

 …La siento como una corriente energética en movimiento que me alimenta, me restaura para –después de haberme perdido en el camino- volver a integrarme con el todo.

 …Me reconecta con mi verdadero SER; disuelve mi cuerpo físico, convierte mente en sensación y sensación en esencia. Me fundo, dejo de ser yo para gestar una creación material, energética y/o simbólica en un acto de humildad y de servicio al amor y a la vida.

 …Con ella, aparece un vortex en mi útero, que jala energía hacia mi centro regresando gozo y vitalidad al universo. Y así, poco a poco me convierte en filtro, que con contracciones espasmódicas recibe la descarga masculina con su luz y su sombra,  transmutando y regresando buena siembra al pasarla por el corazón.

 …Es un poco musical. Mueve mi cuerpo en espiral y se sincroniza al tempo universal, siguiendo el compás de la humanidad. Es armonía, reconciliación, esperanza y protección. Vínculo con las especies de la tierra.

 …Es catalizador y cuna de las paradojas: un cañón propulsor y un manantial de dulzura en calma que me hace sentir única y polar…temida y adorada. 

 …Es un puño morado al aire: liberación solidaria para las mujeres reprimidas y reivindicación compasiva para las vencidas por el karma.

 …Es un castillo con chimenea, es hogar… ¡es patria para el que busca VERDAD! porque nadie es capaz de habitarla y beber de ella sin antes, desnudarse el alma.

 MI ENERGÍA SEXUAL ¡ES MÍA! Es fuente, no hambre…es alimento, no carencia. Es celebración, es portal de lo divino, es magia ancestral…es un báculo sagrado capaz de hacer(me) vibrar de amor sin resistencia.

 Busca acompañamiento y guia si lo que escribiste al inicio, de ti o de tu pareja, no es mínimamente lo que te hizo sentir el texto ¡No claudiques si te has sorprendido de la grandeza espiritual de la energía sexual femenina y algo resuena en ti! si despertó curiosidad, anhelo, confirmación, expansión; entonces guarda estas líneas y explora su contenido.  Experimenta con cada declaración, siéntela en el cuerpo y/o en SU CUERPO… Abre tus ojos, tu sexo y sobre todo, el corazón…el centro espiritual de la ENERGÍA SEXUAL FEMENINA.

Se nos ha escondido el amor…

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Por: Lizbeth Escárcega

Maestra en Psicoterapia Corporal, Psicóloga Social, Especialista en manejo de Crisis

El amor se ha escapado de nuestra vista, por no reconocerlo entre el ruido y la multitud. Por no apreciarlo y elegirlo, por darlo por sentado, por ser incapaces de humildemente pedirle que se quede.

Alguien dijo que lo vio disfrazado de necesidad, de mendigo;  maquillado de “no me dejes” por falta de resguardo y límites. Otros corren el rumor, que el AMOR ha sido secuestrado, asfixiado por la emoción momentánea y suplantado por un shot de adrenalina.

Tal vez se perdió en el abismo del “no soy suficiente”, entre la producción en masa de máscaras de complacencia y búsqueda de aceptación. En la perfección, la razón, la idealización y la intolerancia, en la evitación del dolor… ¡SE NOS HA EXTRAVIADO EN EL OTRO!

Se ha perdido jugando a las escondidas. Aprovechó un descuido para huir de la injusticia, el rechazo, la humillación y el abandono provocado por nuestros bullies infantiles, esos en los que nos convirtieron las heridas abiertas de nuestra niñez.

¿Quién lo diría? Hacemos como que amamos, pretendemos que el amor está presente cuando en realidad llevamos una eternidad congelados por su “ausencia” y sin valor para tomar el riesgo de ir tras él.

En las relaciones de pareja se le ha visto temeroso,  arrinconado entre la supervivencia y las facturas por pagar. Debajo de la competencia, las responsabilidades no pedidas y la culpa. Paradójicamente, el amor se ha resguardado en el calcetín extraviado de algún ciclo de lavado, en una aventura secreta que emprendió con la costumbre.

El amor es un gran ilusionista, nunca escapó por la ventana tras la salida del dinero por la puerta… se quedó por voluntad y en silencio de la mano de lo indispensable.

Hemos sido tan tontos, tan ciegos, tan crueles, tan soberbios y tan cobardes que nos hemos conformado con una imagen distorsionada del amor…nos hemos convertido en adolescentes perezosos, sin coraje, sin madurez para comprometernos con él y sin humanidad para DEJAR IR por él.

Tal vez por eso se muestre sin reparo DE LA MANO DE LA ESPERANZA en las salas y pasillos de los hospitales, en el dolor de un nacimiento, en el tránsito de la enfermedad, en el umbral de la muerte…en todos aquellos momentos de honestidad brutal que nos obligan a buscarlo, que nos aclaran la vista y abren el corazón.

Porque el amor no sabe de mentiras, de verdades a medias, de celos y traiciones, de estratagemas de seducción, de violencia y de relaciones triangulares. El amor no juega al ajedrez, salta del tablero ante el asedio narcisista que sacrifica a una reina, para poder ganar la partida.

¿Por qué se nos esconde y es tan desafiante reconocerlo en lo improbable? en una discusión, en el aburrimiento, en la distancia, en la amargura de un deseo frustrado, en la imperfección, en la precariedad, en lo disonante…EN NOSOTROS MISMOS.

El AMOR se paralizó ante nuestro terror de vernos y reconocernos sin Photoshop en el espejo, antes de las cirugías, de las dietas, del gimnasio, del viagra, del coach y del ortodoncista…se quedó petrificado cuando pasamos de largo y lo dejamos con la palabra en la boca susurrándonos: “no busques más, estoy aquí”.

¡Detente y mírate! Desnúdate, recorre tu propia imagen, revisa tus cicatrices, tus imperfecciones y respira con profundidad. Quédate ahí, reconociendo el dolor, el rechazo y el vacío. No cedas ante el impulso de salir corriendo a buscar quien lama tus heridas, quien te ayude a disfrazar tus inseguridades, quien alumbre tu oscuridad. Permanece inmóvil en la penumbra… tan sólo SINTIENDO. Rinde a la autocrítica, calla comprensivamente la voz internalizada de tu inseguridad, repite en voz alta “YO SOY SUFICIENTE”…y llora…

…llora

Así, por arte de magia el amor se manifiesta en ti y para ti, deja de ser fondo para convertirse en figura. Su presencia se revela en cada lágrima que ajusta dulcemente tus dioptrías…entonces de pronto ¡AMAS INDISCRIMINADAMENTE! Entre risas y sollozos por fin te conectas contigo y con el anhelo irrefrenable de compartir TU AMOR con los otros,  tomando riesgos, intentándolo las veces que sea necesario… y entonces perdonas, TE PERDONAS… te hincas rendido a la conexión, humilde, en plenitud por haber encontrado tu verdad: TU AMOR SIN MIEDO.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]